domingo, 1 de julio de 2012

2 cosas: Escribe y Ayuda!! Gracias mamá!!!


Tengo tantos bonitos recuerdos de mi infancia y me gusta tanto recordar todas las enseñanzas que me ha dado mi mamá, definitivamente es un legado que ha cambiado mi vida…Entre las lecciones duras y los consejos oportunos (que son muchísimos), hoy recordé dos cosas importantes: escribir mis metas todos los años y ayudar a los demás, sin importar que tan mal o bien puedan estar las cosas…
Recuerdo con tanto cariño las reuniones familiares de principios de año cuando mi mamá nos sentaba en la mesa y nos daba hoja y lápiz para escribir nuestras metas… jaja imaginen 4 carajillos de 4 a 7 años concentradísimos pensando y escribiendo que própositos tenían para los siguientes 12 meses… y bueno, el resultado eran 4 jeroglíficos, todos manchados que solo nosotros entendíamos… mi mamá se encargaba de guardarlos hasta la revisión de resultados en diciembre (ahh sí, estos eran compromisos serios!!). Debo decir que esos papeles iba de todo, desde pasar el año escolar, no jalarle el pelo a mis hermanas, portarme bien con la abuelita… hasta cosas increíbles como aprender a volar, hacerme invisible o conseguir un broche como el que tenía “Angel, la niña de las flores”… jajaja!!!
Luego venían las metas familiares donde nos comprometíamos a ayudar en la casa, recoger la ropa, mantener las luces apagadas o incluso, pintar o ayudar con alguna remodelación… siempre todo lo hacíamos juntos y todo quedaba por escrito y firmado por todos los miembros de la familia!!! Recuerdo que en algunos casos hasta contribución económica teníamos que dar!!! Así que de los 6oo ó 1000 colones que habíamos ahorrado con tanto esmero durante semanas o meses, teníamos que sacar 100 ó 200 colones para ayudar con algo que hiciera falta, una contribución totalmente simbólica pero que nos dejo una aprendizaje para toda la vida… definitivamente fueron años tan felices!!
Finalmente, pero no menos importante, las metas para ayudar a los demás, y ahí se ponían las cosas interesantes… Mi mamá nos “invitaba” (no opcional) a regalar parte de nuestros juguetes y de nuestra ropa (que tampoco eran muchisíma) y se lo mandabamos a alguna familia de bajos recursos económicos… Así nos tocó decirle adios a muchos ositos de peluche, muñecas, carritos y dinosaurios. Debo decir que a lo largo de los años logramos donar una buena parte de nuestros preciados tesoros de la infancia… ahora se lo agradezco tanto a mi mamá!!!
Finalmente y para concluir sesiones tan importantes y agotadoras, pues nos esperaba una deliciosa pizza para compartirla entre todos!!

De todo este proceso, la lección más importante fue ver como, aún en los tiempos díficiles, (porque sí, hubo épocas donde literalmente solo teníamos arroz y frijoles en la casa) mi mamá nunca dejó de lado nuestras metas para ayudar a otros… ella me regaló amor incondicional, felicidad en dar y en medio de la escasez, me enseñó que había mucha abundancia todavía!!! Sin duda, los años más duros para mi familia fueron también los más plenos y felices… gracias a estos 2 consejos, nos mantuvimos unidos, enfocados en las metas y concentrados en enfrentar el mundo de afuera y ser parte de algo más grande y mejor!!

viernes, 29 de junio de 2012

Quiero adoptar y punto!!!


Sin duda este se convertirá en uno de mis blogs más personales pero ya me siento lista para compartirlo… Desde hace 10 años he pensado en querer adoptar, hasta el momento solo lo había compartido con mi familia y bueno creo que al principio no se lo tomaron muy enserio… en ese entonces tenía 16 años… Quien tomaría enserio a una chiquilla de 16 años que dice querer adoptar? Acaso a esa edad se pueden tomar decisiones tan transcendentales?  La verdad no lo sé, pero luego de todo este tiempo sigo pensando lo mismo y cada vez me siento más cerca y más comprometida con esa parte de mí que me pide a gritos que lo haga, cada vez esa voz interior es más y más fuerte…  Obviamente ya he enfrentado mis primeras barreras y preguntas incómodas… Porqué alguien que puede tener sus propios hijos decide irse por el otro camino?  A esa pregunta, solo puedo decir que Dios actúa de formas misteriosas y mi corazón así me lo dice, ya entendí que en el algún lugar de este mundo está o estará un bebé esperando por mí, aún sin haber nacido todavía, ya es mi hijo de todas las formas y maneras posibles, ya es mío… y así lo siento y lo he sentido siempre, ya estoy conectada a él o ella de una forma que no puedo explicar a través de las palabras… y en un nivel tan profundo que aveces me sorprendo a mí misma… 
La siguiente pregunta que sale a la luz… Estará de acuerdo la persona que este contigo, no querrá acaso hijos propios?  Lo primero que digo (un poco en son de broma) es que primero tengo que conseguirme un SUPER marido que me quiera y que finalmente acepte todo el paquete, pero creo que de eso se encargará Dios… así que no me quita el sueño… En todo caso, no me importaría hacerlo sola y por mi cuenta… este es un punto no negocible, casi diría que viene siendo parte fundamental del propósito que tengo en esta vida… solo o acompañada esto va para adelante…
Finalmente, la tercera pregunta más común es sobre el impacto económico y el largo proceso que conlleva una adopción… y que puedo decir? Tengo claro que nunca he pasado por el proceso, pero quiero vivir cada minuto de la experiencia al máximo, entiendo que el proceso es duro y agotador pero acaso las mejores cosas que te da la vida no son las que más te cuestan? Creo que mi componente motivacional lleva ya 10 años preparándose para lo que viene, debo decir que no tengo miedos, ni dudas… y bueno por la parte económica, pues estoy ahorrando pero me falta un par de años más para tener todo listo, pero la verdad, parte de mí ya no puede esperar… 

jueves, 28 de junio de 2012

DISYUNTIVA SOBRE LA CONDICION HUMANA


Desde cualquier perspectiva posible, el ser humano como un elemento coartado a su entorno social se enfrenta a un conjunto de disyuntivas que van condicionando sus decisiones presentes y futuras. Como dirían los economistas, nos enfrentamos a una restricción presupuestaria que nos obliga constantemente a replantearnos nuestros intereses y objetivos, y vivir condicionados al recurso más valioso que tenemos: nuestro tiempo. En un contexto donde el futuro es una apuesta que conlleva sus respectivos riesgos y el presente es lo único que podría llamarse “tangible” para la condición humana, es claro que la teoría económica podría estar en lo cierto al plantear la existencia de un conjunto de preferencias convexas que permiten encontrar un punto “óptimo” formado por una cesta que incluiría una mezcla de ambas realidades: el presente y el futuro. 

Desde esta perspectiva, pareciera “más racional” tomar decisiones que involucren una mezcla de ambos escenarios (presente y futuro); que vivir limitados a una sola de estas dos opciones (no parece sensato poner todos los huevos en la misma “cesta”). Sin embargo, este escenario que parece bastante razonable, es una cuestión dinámica que se va transformando todos los días y que se ve fuertemente influenciada por las circunstancias particulares de cada ser humano en lo que respecta a su entorno social, familiar y económico. De la misma forma, nuestras decisiones en cuanto a la distribución de nuestro tiempo, están influenciadas por aspectos mucho más sombríos dentro del contexto de las ciencias económicas, como son las emociones, los deseos, la ideología y la personalidad; y es aquí, donde “visiblemente”, empieza a oscurecerse el proceso que conforma la toma de decisiones y se vuelve más perversa la realidad en la que vivimos.

Ahora, me pregunto: ¿Somos realmente nosotros los que escogemos cuanto deseamos invertir entre presente y futuro o solo tenemos un control parcial sobre este dilema? ¿Nuestras preferencias temporales son convexas por una cuestión en la que somos capaces de influir o por un condicionamiento total de nuestra sociedad? Sin querer dar una única respuesta a esta complejas y un poco sombrías preguntas, la convexidad de nuestros preferencias dentro de nuestras cabezas (que es el único lugar donde me parece más o menos razonable la existencia nuestro modelos económicos) se debe en gran medida a que vivimos condicionados a un ciclo de vida impuesto por nuestra estructura económica que a diario nos recuerda el coste de oportunidad (o más bien, los castigos o sanciones) sobre la forma en que decidimos invertir nuestro tiempo. Si bien, como señala la teoría, el coste de oportunidad se ve reflejado en la “pendiente” de nuestra restricción presupuestaria y no en nuestras preferencias, este coste claramente condiciona la forma geométrica que tomaran nuestras curvas de indiferencia, principalmente si vivimos en una sociedad que constantemente nos pone de manifiesto los peligros de despilfarrar nuestro “valioso” tiempo.

Así, lo que parece un sencillo ejercicio matemático de optimización, empieza a generarme una serie de preguntas: ¿Conocemos realmente nuestra restricción presupuestaria temporal? Además, considerando nuestros estados de ánimo, deseos y emociones, ¿Serán nuestras curvas de indiferencia a corto plazo siempre convexas o tendremos días donde serán lineales, cóncavas, indefinidas o en forma de “L”…? ¿Podemos realmente valorar el coste de oportunidad de nuestras decisiones inter-temporales (con lo cual no me estoy refiriendo propiamente a una tasa de interés, ni nada por el estilo)? ¿Cuántas veces hemos sacrificado nuestro tiempo presente por futuro? ¿Estamos conformes con la forma en que está distribuido nuestro tiempo?

De esta forma, sin querer dar respuesta a este batallón de preguntas, solo quería reflexionar sobre lo siguiente: dado que existe algún grado de determinismo que ha sido impuesto como resultado de vivir en sociedad, pareciera que la disyuntiva, sobre las decisiones asociadas a la distribución de nuestro tiempo, queda de alguna forma “resuelta” sin que nos sentemos a reflexionar sobre cómo la estructura social y económica está realmente disponiendo del recurso más valioso con el que contamos, y por mucho, nuestro recurso más escaso.

sábado, 27 de marzo de 2010

Coherencia, principal característica del Líder




Hoy escuché algo que me dejó pensando todo el día… “La principal característica de un buen líder es la coherencia”. Siendo totalmente honesta, jamás la hubiera sugerido. Es extraño pensar en tantos y tantos adjetivos, cualidades y aptitudes que hubiera mencionado, sin que me pasara por la cabeza la importancia de llevar a la práctica la coherencia…
Ahora estoy convencida, sin lugar a dudas, la principal cualidad de un líder real y creíble es la coherencia de sus actos, y más aún, como estos actos lo convierten en un líder en todos los roles de su vida. Y aunque parezca fácil, no lo es…
En primer lugar, muchas personas con potencial de serlo, caen en el error de creer que lo son, únicamente porque logran un desempeño por encima de la media en algún ámbito de su vida… esto es fácil… requiere de un poco de esfuerzo, pero es lograble, lo cual, como se diría dentro de la jerga matemática, es una condición necesaria pero no suficiente… Gente que logran ser muy buenos a nivel académico, pero que nunca se han involucrado en ningún proyecto dentro de sus comunidades… gente que son excelentes comunicadores y negociadores dentro de sus trabajos, pero que mantienen pésimas relaciones con alguno de sus padres… gente que lidera proyectos exitosos para sus empresas, pero que mantienen inconclusos sus propios proyectos de vida... gente que es admirada por colegas y compañeros, pero que son incapaces de lograr que sus propios hermanos los vean como líderes positivos para tomarlos como ejemplo y guía… gente que es muy ordenada con todo lo relacionado con la universidad o el trabajo pero que no pueden mantener su propio ropero o su cuarto ordenado por 15 días… Así, el ser coherentes en todos los roles que desempeñamos es fundamental… nos hace creíbles…
En segundo lugar, existe gente con potencial pero con doble moral, estas personas que tienen objetivos ambiciosos (por cierto, no considero que ambición sea una mala palabra), tienen las ganas y la fuerza para alcanzarlos; y en apariencia reflejan un conjunto de valores deseables… pero poniendo un poco de atención, uno se da cuenta de que existen “discrepancias”, no sobre cosas pequeñas, sino cosas sustanciales, gente que cuando se ve en problemas, sobrepone los fines sobre los medios… Es claro que el ser humano por su propia naturaleza, está sujeto a contradicciones o discrepancias… no obstante, una cosa es pasar quejándose abiertamente de los celulares con número privado (cuando el que se queja también lo tiene) y otra cosa, es copiar en los exámenes para poder graduarse con honores y obtener una beca en el extranjero sabiendo que no es merecida… y SÍ, SÍ… lamentablemente, estas cosas pasan… Así, el ser coherentes con nuestros valores, sin importar las circunstancias o la dificultad de los tiempos es fundamental…nos hace confiables…
En tercer lugar, existen personas con los valores correctos, que sobresalen en todos los ámbitos de sus vidas y que han demostrado que tienen mucho que aportar a la sociedad. Sin embargo, pueden caer en la trampa de creerse superiores a los demás o dueños de una verdad única… y así, poco a poco, alejan a las personas que están a su alrededor…nadie puede sentirse identificados con ellos. Personas con grandes cualidades académicas pero totalmente pobres en su inteligencia social y emocional. Gente que no sabe delegar, que no cree en el trabajo en equipo, malos motivadores, que desconfía de sus compañeros y colegas…son solo algunos síntomas de este tipo de problema que podría convertirse es una barrera muy grande para estas personas… Así, el ser coherentes en las diferentes inteligencias que desarrollamos como seres humanos es fundamental… nos hace accesibles…
Estos son solo algunos  ejemplos de cómo la coherencia es la principal característica del liderazgo… gracias a esta lección que aprendí hoy… he tomado nuevos retos y he empezado a cambiar algunos malos hábitos… no es que me crea una líder, pero es claro que todos podemos aprender algo de esto…

viernes, 15 de enero de 2010

Cumbre Copenhague: ¿Fracaso anunciado?



Las fallas de mercado y la generación de externalidades son temas que se pueden analizar ampliamente desde la perspectiva del medio ambiente. Como es bien sabido, la generación de externalidades negativas, ocurre cuando el sistema de mercado (por medio de la determinación de precios) es incapaz de “privatizar” los costos reales del consumo y/o producción de un bien o servicio. De esta forma, los costos marginales sociales son mayores que los privados. Justamente, el resultado final de este fenómeno implica que el bienestar de terceros se vea afectado por las acciones privadas de uno o varios agentes. De esta manera, los costos son exteriorizados hacia la sociedad pero los beneficios siguen siendo privados.
Un ejemplo claro de este tema es la contaminación del agua y/o el aire, donde los derechos de propiedad no están bien definidos y el principio de exclusión no es aplicable; por lo tanto, no es tan fácil o viable “privatizar” los costos reales asociados al consumo de dichos bienes y/o distribuirlos entre los diferentes países del mundo. De esta forma, dada la no exclusividad de estos recursos naturales, es probable que los países no revelen sus verdaderas preferencias en relación con el cuidado del medio ambiente, ya que es plausible la existencia del “free rider”, que al no exponer la información real de sus preferencias, intentará que los demás paguen por un bien que beneficiará a todos.
 Así, analizándolo desde esta perspectiva económica, es posible entender como a nivel global se han generado problemas significativos como el fenómeno del cambio climático, que ha sido confirmado por muchos científicos alrededor del planeta, sin lograr acuerdos verdaderamente vinculantes entre los países.
Conociendo estas circunstancias y ante la falta de una solución de mercado, pareciera que la corrección de dichas fallas o externalidades debería que ser liderada o gestionada a través de los gobiernos y de las acciones organizadas de los países. No obstante, en la realidad, esto suma una mayor complejidad al problema, ya que esto provoca, que las decisiones asociadas a la generación de compromisos ambientales entre las naciones, estén fuertemente atadas a los vaivenes del entorno político mundial y a la presencia de fuertes tensiones entre los países, dada la divergencia de intereses según sus diferentes niveles de desarrollo. Tal es el caso del fracaso de la Cumbre de Copenhague del 2009 que puede explicarse fácilmente a través de este razonamiento.
La pasada Cumbre pone de manifiesto la disyuntiva entre una mayor sostenibilidad o un crecimiento más acelerado. Es claro que los países de primer mundo, principalmente de la Unión Europea, optaron por defender con mayor fuerza la protección del medio ambiente y la utilización de tecnologías más limpias, pero también más caras. Este primer grupo tenía expectativas de generar un acuerdo altamente vinculante, donde se indicaran y cuantificaran todos los objetivos relacionados con la reducción de emisiones de gases y el calentamiento global. Sin embargo, aunque este pareciera el grupo de los “buenos” no debemos olvidar que estas naciones tuvieron que utilizar, en algún momento de su desarrollo, tecnologías “sucias” pero “baratas” para llegar a donde están hoy y no obstante, siguen criticando muy fuertemente a los países en desarrollo que no quieren convenios que puedan restringir su crecimiento y progreso. ¿Es entonces una doble moral la que estamos viendo en este caso? ¿No es acaso este problema una externalidad negativa actual, resultado de su proceso de industrialización y desarrollo del pasado?
Por otro lado, tenemos los países emergentes, como China y la India, que no desean ver comprometido su crecimiento de los próximos años y rechazan cualquier acuerdo de carácter vinculante. Es claro que, para este segundo grupo, el tema ambiental no es una prioridad a corto o mediano plazo, como sí lo es el crecimiento y la productividad. A pesar de esto; dichos países tienen que mantener una cierta imagen de compromiso con el ambiente a nivel internacional y no es raro ver declaraciones de los mismos, indicando que la cumbre fue todo un éxito.
De la misma forma, es sencillo concluir que el acuerdo podría declararse mucho más de “ayuda económica” que “ambiental”, ya que se pactó una ayuda de 30.000 millones de dólares para los países en vías de desarrollo como instrumento de corto plazo de adaptación al cambio climático y transferencia de nuevas tecnologías. Además, se tomaron otras medidas de mediano y largo plazo dentro de la misma línea de ayuda y financiamiento; no obstante, es claro que este parecía ser el objetivo menos importante de dicha reunión.
De esta manera, luego de la tan esperada Cumbre de Copenhague, solo se llegó a un acuerdo insuficiente, no vinculante, que no indica cifras para la reducción del CO2 y que fue prácticamente redactado y creado por 5 países (China, India, Brasil, Sudáfrica y Estados Unidos); las demás naciones solo “tomaron nota” del mismo. El acuerdo refleja claramente los intereses de las economías emergentes, dejando de lado a grandes actores, como los países miembros de la Unión Europea, que tenían mayores expectativas sobre los resultados que pudieron haberse alcanzado. 
Así, la falta de voluntad política, los distintos estados de desarrollo de los países y la  incapacidad del sistema de mercado ponen de manifiesto uno de los retos más grandes del período actual, relacionado con el medio ambiente y la convergencia de políticas y estrategias que puedan llevarnos hacia acuerdos que puedan beneficiarnos a todos.



jueves, 17 de diciembre de 2009

Mi foto favorita


Hace unos días recordé esta foto. Durante mucho tiempo esta imagen fue mis "pies en la tierra" de todos los días. Recuerdo ver la hoja amarilla del periódico pegado en la pared de mi cuarto y el gran impacto que causó esta imagen en mí forma de pensar y entender el mundo.Tenía 16 años, fue un domingo por la mañana y estuve admirándola por horas y horas tratando de extraer todos los secretos y verdades que estaban allí escondidos. Me identifiqué profundamente con esta pequeña niña, pensando cuanto daría ella por hacer cosas tan cotidianas como comer, estudiar, jugar... pensé detenidamente en todas las veces que me quejé por cosas TAN banales y humanas, cosas sin importancia alguna...entendí ese día que es un PRIVILEGIO poder estudiar y prepararme ¿Cuanto daría esta pequeña por estar en mi lugar?. Me di cuenta de que realmente no hice nada para merecer lo que tenía, solo tuve MUCHA suerte de haber nacido donde nací...
Luego de pasar varios días "masticando" estas ideas me surgió la inquietud: ¿Y que puedo hacer yo? Con 16 años todavía no mucho... pero di el primer paso: "DEBO hacer siempre y en todo lo MEJOR". Este fue mi primer tributo hacia esta niña que merecía de mí todo mi esfuerzo y dedicación para aprovechar las oportunidad que YO sí tuve. Este primer compromiso personal me llevó a esforzarme mucho más por alcanzar los sueños que tenía, por prepararme cada vez más, por entender que si algún día estudiaba hasta las tres de la mañana tenía que pensar "GRACIAS POR PODER HACERLO".
Desde entonces, si hay algo que ha impulsado mi vida y me ha motivado de formas que nunca imaginé que fueran posibles ES ESTA IMAGEN.
En este momento, estoy finalizando mi eduación universitaria y en las últimas semanas vuelve a salir la pregunta ¿Y ahora, que puedo hacer yo? ¿Cual será mi siguiente paso? Bueno, realmente no lo sé, ya tengo varias ideas en mi cabeza, proyectos de mediano y largo plazo, pequeños cambios que podrían parecer insignificantes al mundo pero de gran valor para mí...

Gracias y Perdón: Gracias por demostrarme el camino correcto y Perdón por la veces que he fallado...